sábado, 28 de agosto de 2010

Una Amiga


Esperanza, una sutil esencia de nuestro corazón, algo que tenemos para vivir sin buscar razón. Esperanza, tan mezquina de mi vida, pero tan gratificante aunque este perdida. Esperanza, no tiene tamaño, pues no se conoce, pero tiene amor que dar a quien lo goce.

Pongo un cartel que dice: "busco esperanza", nadie me responde ya que es escasa. Pero no es para mi aquella esperanza, si no que para aquella que no le alcanza. Le pregunto a la paz y al odio, pero solo recibo el silencio escondido, busco entre todos los rincones del olvido, necesito una pequeña señal en mi oído.

Alzo la vista y nada encuentro, cierro los ojos y me pierdo, busco la esperanza aliada para que solucione una vida atareada. La necesito con urgencia, ya que el tiempo pasa sin clemencia, puede ser demasiado tarde cuando la energía de la vida pare.

No la encuentro en mis manos, no la encuentro sobre el cielo claro, no me queda otra que arrebatarme la mía, para dártela y obtengas alegría, pues prefiero verte sonreí y caerme de agonía, que ver como la oscuridad te arropa mientras yo muestro mejoras.

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